Hace unos meses ha salido a la venta una interesante obra colectiva, titulada Art and Inscriptions in the Ancient World, editada por la filial norteamericana de la prestigiosa Cambridge University Press. El libro, que ha sido coordinado por Zahra Newby y Ruth Leader-Newby, recoge en sus más de trescientas páginas, una decena de contribuciones de varios especialistas, en su mayoría norteamericanos, sobre la estrecha vinculación entre la escritura expuesta y los soportes en la Antigüedad clásica.
Como Zahra Newby explica en la introducción del libro (disponible en la ficha publicada en la página web de la editorial), la dicotomía entre Arte e Inscripción, explicitada en el título de la obra, no es ciertamente afortunada. Y es que, precisamente en esta obra los autores que han colaborado en ella, pretenden demostrar, a partir de abundantes ejemplos, la estrecha vinculación entre escritura y soporte en las inscripciones de la antigua Grecia y Roma.
A falta de poder leer detenidamente el libro, que en el momento de escribir esta nota aún no ha llegado a las bibliotecas universitarias de nuestro país, como se puede comprobar a través del útil catálogo de REBIUN, adelanto aquí su existencia para los colegas que estén interesados en su lectura. El precio del libro (120 $ USA) es algo elevado para el bolsillo de los particulares, y no creo que ni las abundantes ilustraciones ni el formato (24,7 x 17,4 cm), lo justifiquen. Sirvan estas líneas como adelanto informativo, a falta de obtener más información en la esperable reseña en la Bryn Mawr Classical Review (en la que acaban de reseñar otra obra recientemente publicada por Zahra Newby).
A falta de poder leer detenidamente el libro, que en el momento de escribir esta nota aún no ha llegado a las bibliotecas universitarias de nuestro país, como se puede comprobar a través del útil catálogo de REBIUN, adelanto aquí su existencia para los colegas que estén interesados en su lectura. El precio del libro (120 $ USA) es algo elevado para el bolsillo de los particulares, y no creo que ni las abundantes ilustraciones ni el formato (24,7 x 17,4 cm), lo justifiquen. Sirvan estas líneas como adelanto informativo, a falta de obtener más información en la esperable reseña en la Bryn Mawr Classical Review (en la que acaban de reseñar otra obra recientemente publicada por Zahra Newby).