El pasado 21 de marzo falleció en Torrejón de Ardoz María José Rubio Fuentes, Profesora Contratada Doctora de Historia Antigua de la Universidad de Alcalá, una de las primeras profesoras de aquella institución que formó parte del equipo académico del Centro CIL II-UAH desde su instalación en Alcalá de Henares en 1997. Incansable docente e investigadora, nos ha dejado prematuramente tras enfermar en el transcurso de la terrible epidemia de coronavirus que está asolando España, con particular crudeza sobre todo en la región de Madrid. La noticia, por inesperada, pero sobre todo por la crudeza de los momentos que estamos viviendo en nuestro país desde hace semanas, es particularmente triste por el hecho de truncar una vida que estaba en su plenitud, tanto en el ámbito académico como en su proyecto de vida.
Nacida el 3 de julio de 1965 en Puertollano (Ciudad Real), Mª José Rubio se trasladó a Alcalá de Henares en 1979 y en esta ciudad desarrolló su formación académica, cursando los estudios de Magisterio y posteriormente la Licenciatura de Filosofía y Letras en la Universidad de Alcalá. Su Memoria de Licenciatura, publicada por la Fundación Colegio del Rey con el título Catálogo epigráfico de Acalá de Henares (Madrid, 1994), es una de las primeras obras en nuestro país en la que se acomete el estudio científico de las inscripciones de un territorio desde la época antigua hasta la Edad Moderna, con una concepción diacrónica del fenómeno escriturario que en aquellos tiempos (e incluso hoy en día en algunos ámbitos) no era suficientemente valorada en nuestro país. Más amplia aún fue su Tesis Doctoral, dirigida por el Dr. Joaquín Gómez-Pantoja Fernández-Salguero, en la que extendió su ámbito de estudio desde los primeros testimonios epigráficos en la antigua Complutum hasta la epigrafía decimonónica de Alcalá de Henares. Su Tesis Doctoral, titulada La historia en piedras. Inscripciones y lápidas de la comarca complutense (ss. I-XIX), no pudo publicarse como monografía, como suele suceder con obras monumentales de este tipo, pero Mª José Rubio supo sacar partido de su metódica investigación a través de la publicación de numerosos capítulos de libros, artículos en revistas científicas y comunicaciones en congresos que vieron la luz en los años posteriores a su defensa en 1999. Algunos de estos trabajos los publicó en colaboración con su esposo, Benjamín Vaquero Chinarro, y son accesibles a través del catálogo Dialnet.
Hace unos días la Dra. Helena Gimeno, directora del Centro CIL II-UAH , que durante años trabajó con Mª José Rubio Fuentes en aquellos tiempos heroicos en los que el Centro CIL II estaba ubicado en unas modestas instalaciones en una corrala situada en uno de los extremos de la Plaza de Cervantes, recordaba en una emotiva necrológica que envió por correo a los investigadores que han pasado por este centro de investigación de referencia internacional cómo Mª José puso lo mejor de su laborioso y metódico trabajo en la elaboración del fichero epigráfico: “La documentación para la nueva edición de las Inscriptiones Hispaniae Latinae (CIL II2) era entonces un proceso manual que Mª José bordaba gracias a sus excelentes conocimientos de la epigrafía hispana, a su habilidad para extractar lo esencial de las publicaciones, a su capacidad de síntesis, a su metódica organización, a su escrupulosidad y cuidado extremo en el trabajo. Los expedientes epigráficos que conserva en su archivo el Centro CIL II son fieles testigos de la valiosa aportación de Mª José Rubio al volumen II del Corpus Inscriptionum Latinarum.” Descanse en paz.
Manuel Ramírez Sánchez
Profesor Titular de Ciencias y Técnicas Historiográficas en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
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